Consigue que tus ojos parezcan más grandes, brillantes y vivos con cuatro sencillos pasos, usando pinturas metálicas para ojos.
El maquillaje metálico refleja la luz y da viveza a los ojos. Además, combinando tonos plata y oro se consigue un acabado muy favorecedor que armoniza con tonalidades frías y cálidas. El resultado es casi traslúcido, de modo que sirve tanto para el día como para la noche.
- Con un lápiz platino, traza una línea a lo largo de las pestañas superiores, comenzando por el ángulo externo. Disminuye ligeramente la presión cuando vayas acercándote al interior, de modo que la línea se vaya adelgazando. Después repasa el trazo.
- Aplica suavemente un poco de pintura de color plata en el ángulo interno del párpado con el extremo del aplicador. Extiende el color hacia fuera dando toques cortos y ligeros, de manera que se difumine hacia el centro del párpado.
- Extiende crema dorada sobre el resto del párpado. Comienzo en el centro, donde se difumina el color plata, y mezcla sutilmente los dos tonos de manera que el paso de uno al otro no sea brusco. Difumina el dorado hacia el ángulo externo del ojo.
- Para conseguir un bonito efecto de luz y espacio junto al ojo, aplica con el dedo una pequeña cantidad de crema de color dorado justo debajo de la ceja. Después extiéndela suavemente, para crear una favorecedora sombra.
- Para conseguir un mejor acabado, utiliza un pincelito o un aplicador con el que podrás poner en tus párpados una sombra más definida. Las pinturas de fórmula cremosa y ligera se extienden suavemente y resultan fáciles de manejar. En la foto inferior hemos extendido la sombra dorada hacia arriba y hacia afuera para obtener un look más extremado, para una salida de noche.
Las cremas para los ojos se pueden aplicar con el dedo, un pincelito o un aplicador con esponja: en cada caso se obtiene un efecto diferente.
Los colores que reflejan la luz aportan brillo a los ojos, tanto de día como de noche.
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