lunes, 7 de diciembre de 2020

TIPOS DE UÑAS

             Si quieres llevar las uñas largas, en primer lugar debes conseguir que crezcan más fuertes, y para ello es importante conocer sus características.

            Secas Y Escamosas.

            Este tipo de uñas tienden a descamarse y abrirse.  Dado que las uñas van deshidratándose con la edad y por la acción del agua fría, es una buena idea tener por costumbre cuidarlas de manera regular.

            Cuidados Rutinarios: A las uñas secas y escamosas les conviene una hidratación regular.  Invierte en algún aceite para las uñas y ten a mano un frasquito en el cuarto de baño, otro en la cocina y otro en el bolso.  Aplica unas gotas de aceite en las uñas y las cutículas con un suave masaje cada vez que te laves las manos: de este modo no aparecerán áreas secas y escamosas.  Un bálsamo labial puede ser una buena alternativa en caso de emergencia.


Utiliza un quita-esmalte que no contenga acetona, pues esta sustancia puede deshidratar aún más tus uñas.

            Grasas Y Blandas.

            Estas uñas son suaves y flexibles, de modo que es más difícil que se rompan, aunque tienden a deshacerse en capas.  Otro problema que plantean es que retienen mal la base y el esmalte, que resbalan sobre la uña en lugar de adherirse a ella.

            Cuidados Rutinarios:  En realidad, no requieren mucha hidratación: será suficiente un masaje semanal con una crema específica sobre la uña.  A diferencia de las secas y escamosas, toleran bien los quita-esmaltes que contienen acetona.  Además, este tipo de uñas crecen fuertes si se les aplican productos endurecedores, si bien su uso no deben prolongarse mucho tiempo, pues podría hacer que se volvieran frágiles.

Evita dejar las manos en remojo durante mucho tiempo, pues tus uñas se reblandecerían aún más.

            Finas Y Quebradizas.

            Estas uñas son las más débiles, y las más propensas a romperse y astillarse.  Cuanto más largas son más vulnerables se hacen, y resulta casi imposible que pueda crecer más allá del extremo del dedo.

            Cuidados Rutinarios:  Las uñas quebradizas requieren hidratación cuatro veces a la semana con un aceite específico, para aumentar su flexibilidad y resistencia.  Ten en cuenta que si te las arreglas de manera abusiva puedes debilitarlas.  Puedes utilizar como base protectora un líquido endurecedor de uñas.          

Busca productos que no contengan formaldehído ni tolueno, sustancias que hacen que las uñas se vuelvan aún más quebradizas.

            Normales.

            Las uñas de este tipo son fuertes y sanas, y crecen a un ritmo constante.  Sin embargo, requieren también cuidados regulares para mantenerse en buen estado; pueden abrirse o romperse si no se las cuida debidamente.

            Cuidados Rutinarios:  Un masaje sobre las cutículas con una crema para uñas, realizado al menos tres veces por semana, evita que las uñas se sequen.  Cada quince días, cambia la crema por un aceite específico para uñas y masajéalas durante unos cinco minutos.  No es necesario un endurecedor especial, pero para que el esmalte de uñas dure más, puedes aplicar dos capas de base en lugar de una.

El aceite de oliva es excelente para el cuidado de las uñas.  Prueba a darte un ligero masaje una vez a la semana.



 




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