Desmaquíllate, recógete el pelo hacia atrás, colócate frente a un espejo y sonríe: ahora consulta las descripciones que te ofrecemos a continuación para saber a cuál de los cinco tipos se parecen mas tus pómulos.
- Pómulos Altos: Cuando sonríes, parece que tus pómulos se desplazan hacia tus ojos y hacia la parte superior de las orejas.
- Pómulos Bajos: Cuando sonríes, parece como si tus pómulos comenzaran en los ángulos de tu boca y terminaran bajo tus orejas.
- Pómulos Anchos: Cuando sonríes, tus pómulos se separan e imitan la forma de tu mandíbula.
- Pómulos Centrados: Cuando sonríes, en tus mejillas se forman dos montículos prominentes muy acusados.
- Pómulos Pequeños: Cuando sonríes, tus pómulos son casi imperceptibles.
No puedes cambiar tu estructura ósea, pero sí conseguir que tus pómulos parezcan más definidos ejercitando y masajeando los músculos que los conforman. Realiza estos ejercicios al menos una vez a la semana.
Tonifica las mejillas: Comenzando desde la nariz, pellizca suavemente la cara con los dedos índice y pulgar a lo largo de la base de cada pómulo. Avanza despacio hacia el punto donde las mejillas se juntan con la mandíbula, y después vuelve a dirigirte hacia la nariz. Este ejercicio reduce la hinchazón.
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