El tipo de piel es un factor esencial que hay que tener en cuenta a la hora de elegir un producto limpiador, pero tampoco debe olvidarse de las preferencias personales: si te gusta la sensación que te produce una crema determinada tras aplicártela, es muy probable que sea la que mejor se adapta a tus necesidades.
La piel es un órgano vivo, que respira, y su buen aspecto es el signo más evidente de que recibe una limpieza diaria. Si utilizas un producto limpiador inadecuado, notarás enseguida el rostro tirante y tu tez se volverá escamosa, demasiado brillante o bien mate y grisácea. Para limpiar el rostro, ya no bastan el agua y el jabón que usamos para lavarnos las manos normalmente tienen un pH distinto de la piel del cuello y de la cara, por lo que pueden afectar a las defensas de la piel y provocar irritación.
Los productos limpiadores diseñados específicamente para la piel del rostro constituyen la mejor opción y, dada la amplia gama de fórmulas existentes en el mercado, no tendrás problemas para encontrar uno que te ayude a sentirte realmente limpia.
Consejo de Experto.
Es aconsejable emplear un tipo de producto limpiador en función de la estación del año: denso para los fríos días de invierno y fluido y ligero para el verano.
Ingredientes Especiales.
Cada tipo de piel necesita unos ingredientes específicos. Cuando vayas a comprar un producto limpiador, busca en la etiqueta los ingredientes más adecuados para tu caso.
- Piel Normal. El aceite de almendras dulces disuelve la suciedad y, además, hidrata suavemente el rostro.
- Piel Seca. Las proteínas de la leche retienen el agua y ayudan a hidratar la piel deshidratada.
- Piel Sensible. La manzanilla tiene propiedades calmantes y anti-inflamatorias.
- Piel Grasa. Los productos que contienen hamamelis tienen propiedades astringentes, anti-inflamatorias y reductoras de la grasa.
- Piel Mixta. Los productos con hamamelis deben utilizarse sobre la zona T y los productos para piel seca, normal o sensible para el resto del rostro.
Paños de Muselina. Su textura suave es ideal para eliminar el maquillaje y cualquier resto de suciedad;a esto hay que sumar la agradable sensación de limpieza y frescor que dejan en la piel. Son más higiénicos que las manoplas, que pueden acumular bacterias.
Algodones Desmaquilladores. Es el método más clásico de limpiarse el cutis. Es preferible usarlos humedecidos, ya que el algodón seco puede dejar hebras. El algodón de origen biológico es el mejor, por lo que merece la pena paga un poco más por él, ya que los algodonales de explotación normal suelen rociarse con productos químicos que pueden ir a parar a la piel.
El pH de la piel humana es de 5.5. Los productos con un pH superior o inferior alteran su equilibrio y pueden provocar problemas de sequedad, aparición de grasa o irritación.
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