Si tienes plan para salir por la noche después del trabajo y no dispones de tiempo para limpiarte la cara y maquillarte de nuevo, sólo tienes que tener en cuenta estos cuatro principios básicos para obtener un look lleno de seducción.
Más dramatismo.
Añade intensidad al color de mejillas, ojos y labios. Con un poco más de maquillaje conseguirás un efecto más fuerte que destacará con menos luz. También puedes aplicar encima otro maquillaje de un tono más fuerte. Un tono color chocolate, por ejemplo, quedará muy bien sobre un tono topo, mientras que un azul marino o un negro carbón darán buenos resultados sobre un gris medio.
Más textura.
La noche es el momento del día en el que interesa conseguir efectos extremados, es el momento de brillar y resplandecer. Aplícate brillo en los pómulos, date en los párpados un brochazo de sombra con brillos, mezcla con un poco de plata una sombra de ojos gris o un poco de oro con un marrón y pon gloss en tus labios. Si empleas alguno de estos trucos, te convertirás en la reina de la noche.
Más color.
Amplía tus horizontes y ábrete a nuevos colores. Por ejemplo, combina una sombra marrón con un lápiz de ojos verde o violeta; añade brillo a tu sombra gris aplicando un poco de turquesa o de lila en el centro del párpado; sustituye el tono neutro de tu pintura de labios por un fucsia, un coral o un rojo; añade un toque de calidez a tus mejillas con colorete rosa o melocotón.
Mas definición.
Da nueva vida a tus rasgos. Aplícate en los labios una generosa capa de bálsamo antes de perfilarlos, rellenarlos y extender la barra de labios. También puedes realzar más tus ojos: delinea la línea superior con kohl y prolonga ligeramente la raya hacia fuera y hacia arriba en el extremo. Termina con varias capas de máscara de pestañas negras.
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