Puede que la grasa de las caderas resulte más difícil de eliminar que la que se acumula en otras zonas del cuerpo pero no es imposible acabar con ella. Con ejercicios, masajes y algunos cuidados obtendrás buenos resultados.
Masaje.
Puedes acudir a un centro de belleza y solicitar alguno de los numerosos tratamientos de masajes existentes en el mercado, la mayoría de los cuales utilizan aceites detoxificantes o cremas que generan calor. Pero es igual de sencillo y mucho más barato incluir el masaje en tu rutina de cuidados corporales diarios.
Cuando te apliques tu loción corporal habitual, realiza pequeños y firmes movimientos de pellizca-miento con los dedos. Agarra la piel y la capa de grasa subyacente con el pulgar por un lado y con los demás dedos por el otro y a continuación haz con la mano pequeños movimientos circulares. Esta acción estimula las terminaciones nerviosas de la piel, aumentando el tono muscular y contribuyendo a ala eliminación de toxinas.
Ejercicio.
Los glúteos están integrados por algunos de los músculos más grandes y fuertes del cuerpo, de modo que responden bien a ejercicios específicos. Si acudes regularmente al gimnasio, puedes trabajar estos grupos musculares en el Stairmaster, en la bicicleta estática o en la máquina de remos, o bien dedicar 20 minutos a la cinta de correr y, a medida que vayas estando más en forma, pasar a un nivel más alto de dificultad. Una clase de tonificación para piernas y glúteos, acompañada de otra cardiovascular, tonificará tus glúteos y te ayudará a quemar grasas.
En casa, procura subir y bajar escaleras al menos diez veces al día o sal una vez a la semana a caminar por el campo, subiendo y bajando cuestas: esta actividad constituye un excelente tonificador de glúteos... Antes de empezar, mide el contorno de tu trasero y, pasado un mes, comprueba esta medida: verás la diferencia.
Vendajes Corporales.
Se hacen en centros de belleza, pero las versiones caseras pueden resultar igual de eficaces. Actúan en dos pasos: en primer lugar absorbiendo el exceso de fluidos y las toxinas y después cohesionando el tejido, de modo que los glúteos ganan firmeza y tonificación. La arcilla y las algas son excelentes para este tipo de tratamientos.
- Mezcla una cucharada de yogur con dos cucharadas de miel.
- Añade 5 cucharadas de caolín y remueve bien hasta obtener una pasta densa.
- Añade 10 gotas de aceite esencial y un puñado de sal marina remuévelo todo.
- Extiende la mezcla sobre los glúteos y los muslos, realizando un ligero masaje, y envuelve toda la zona con film transparente.
- Relájate durante 15 minutos y mantén la zona caliente.
- Retira el plástico y date una ducha caliente.
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